El Aikido
Tal vez sea la menos conocida de las artes marciales, pero, posiblemente, la más efectiva a la hora de defenderte de uno o varios atacantes, ya que no es imprescindible tener una gran fuerza física. Hablamos del Aikido.
El aikidoka, sea cual sea su condición, género, tamaño o fuerza, puede defenderse de forma eficaz de un atacante porque usa la fuerza del agresor en contra del mismo. Así, consigue que pierda el equilibrio, derribarlo y rendirlo, ocasionándole el daño suficiente como para alejarse del lugar.
Este arte marcial no busca un ataque, ni tan siquiera pretende hacer daño al atacante, tan solo es un método de defensa y, posiblemente, sea el más efectivo del mundo.
Un poco de historia sobre el Aikido
El aikido es una de las artes marciales japonesas más nuevas. Si tuviéramos que traducir su significado, este sería «el camino de la energía y la armonía». Fue el maestro Morihei Ueshiba quien lo desarrolló entre los años treinta y los sesenta.
El maestro Ueshiba aunó en el aikido las antiguas artes de lucha de los samuráis, las inmovilizaciones, proyecciones y luxaciones, con el manejo del sable y la lucha con la lanza. Él solo buscaba lograr la perfección mental y física con la práctica del aikido y con la meditación.
Ueshiba no creó este arte marcial como un método más de lucha cuerpo a cuerpo; su intención siempre fue la de crear unas técnicas para fundir en la persona lo físico, lo mental, lo espiritual y lo emocional. En esta disciplina no existe la palabra enemigo porque nunca se compite, únicamente se tiene en frente a un oponente, un contrario o un compañero, al que se denomina «uke».
La indumentaria
La «hakama» es la indumentaria por excelencia del aikido, si bien suele reservarse para los maestros, y los alumnos suelen usar el típico kimono que se emplea en otras disciplinas marciales.
La «hakama» es un pantalón largo que lleva siete pliegues, dos por detrás y cinco por delante, que simbolizan las 7 virtudes del aikido: benevolencia, honor, cortesía, sabiduría, sinceridad, lealtad y piedad. Este traje tradicional se lleva sobre el Kimono de Aikido.
La importancia de la etiqueta
Se denomina etiqueta a las normas que debemos cumplir cuando estemos sobre el tatami, y es algo de gran importancia en la práctica de este arte marcial. Nos distanciamos de la rutina diaria al entrar al tatami, en el que tenemos la actitud correcta de respeto y concentración para recibir las enseñanzas del maestro. Aquí te resumimos algunas normas:
– Respeto hacia el fundador, el instructor, el dojo, el material y los compañeros.
– El aikido no es para dañar y en él no caben egos; no es una competición.
– Las ceremonias de apertura y clausura son importantes. No olvides el saludo.
– La forma correcta de sentarte en el tatami es en «seiza», de rodillas y sentado sobre tus talones.
– Guardar silencio prestar atención.
Las técnicas principales
– Ikkyo: es la primera enseñanza, la primera técnica de control. Se trata de la técnica más básica, lo cual no quiere decir que sea la más sencilla. Consiste en neutralizar al atacante a través del control sobre su codo.
– Nikkyo: la segunda técnica de inmovilización. En esta aprenderás a controlar al atacante mediante la torsión de su muñeca.
– Sankyo: la tercera enseñanza básica, con la que conseguirás controlar al atacante gracias a una torsión de la muñeca que permita dirigir la posición del hombro y el codo, para llegar a controlar finalmente todo su cuerpo.
Grados del aikidoka
– Cinturón blanco: el color del principiante, simboliza el comienzo del camino en el aikido. Tendrás que llevarlo un periodo mínimo de tres meses.
– Cinturón amarillo: simboliza los primeros pasos, la aparición de los primeros rayos de luz interior. Hay que portarlo durante tres meses, como mínimo.
– Cinturón naranja: representa la admiración, la tierra fértil donde nacerá la planta a partir de la semilla plantada. Deberás llevarlo, al menos, cuatro meses.
– Cinturón verde: simboliza la moral, el nacimiento de esa nueva planta, y deberás portarlo durante, al menos, siete meses.
– Cinturón azul: simboliza el yacimiento, la búsqueda del cielo por parte de la planta hasta convertirse en árbol. Tendrás que llevarlo nueve meses.
– Cinturón marrón: encarna el peligro, la etapa donde hay que medir la fuerza a la hora de enfrentarte al oponente. Es el fruto que ha dado el árbol. Como mínimo, habrás de portarlo once meses.
– Cinturón negro: este simboliza la madurez y, dependiendo del conocimiento adquirido, se divide en varios dan (desde el primer dan, hasta el máximo título que se puede lograr, el de noveno dan) y requiere años y años de dedicación.
Como ves, el Aikido es un arte marcial completa, muy hermosa y muy valiosa para la vida interior del individuo. Es el camino hacia la paz interior y la búsqueda de una mejor persona dentro de ti, y no solamente un conjunto de técnicas para defenderte.